
ANATEVKA, EL PUEBLO DEL VIOLINISTA EN EL TEJADO
Anatevka es el pueblo donde tiene lugar la historia que se narra en la película El violinista en el tejado. Pero el pueblo en la vida real, donde se rodó la película, no se llama Anatevka ni está en Rusia. Tampoco está en Ucrania, donde se supone que tuvo lugar la historia, un país que en la época representada en la película, en torno a 1905-1910, pertenecía a Rusia. El pueblo al que llamaron Anatevka en la película, se llama en realidad Lekenik y se encuentra en Croacia. En la época en que se rodó la película, 1971, Croacia pertenecía a Yugoslavia.

El director de la película El violinista en el tejado, Norman Jewison, había recorrido algunos parajes de Rumanía, Austria e incluso Canadá en busca de una Anatevka. Al final fue Lekenik el pueblo elegido, porque era el que más se asemejaba a la Anatevka que Jewison quería plasmar, según era descrita en los cuentos del escritor judío ruso Sholem Aleijem en que se basa la película. Lekenik era lo que buscaba Jewison: una zona llana de cultivo, un pueblo de calles sin pavimentar por las que transitaban vacas, gallinas y gansos, y unas casas agrestes de madera típicas de la Europa del este. Bien podría ser un pueblo ucraniano o ruso de principios de siglo XX.

Un grupo de carpinteros yugoslavos crearon Anatevka mediante unos decorados que se mezclaron a la perfección con el entorno de Lekenik. El diseñador de producción estudió cien planos de sinagogas ucranianas de la época para asegurarse de que el decorado era totalmente fiel a la realidad. Se retiraron los tendidos eléctricos de la zona de rodaje, y se consiguió que la Anatevka creada en Lekenik resultase perfecta para la película.

La película El violinista en el tejado narra la vida de la humilde familia del lechero Tevye. Anatevka es un pequeño pueblo con dos comunidades, la judía y la cristiana ortodoxa. Tevye y su familia pertenecen a la comunidad judía. Ambas comunidades conviven en paz aunque se relacionan muy poco. La película también da una visión histórica de la situación política de la Rusia zarista pre-comunista y expone la situación de los judíos en aquel país en aquella época. La familia de Tevye y el pueblo de Anatevka son ficticios, pero la visión histórica es real.

Anatevka era un shtetl, y los shtetls existieron realmente. Así se denominaba a los pueblos de la Europa del este en los que existía una gran proporción de habitantes judíos. Los shtetls se localizaban en la llamada Zona de Asentamiento o Zona de Residencia, que era la única parte del imperio ruso en la que se permitía vivir a los judíos. Abarcaba zonas de lo que hoy son Bielorrusia, Lituania, Moldavia, Ucrania y una parte de Rusia occidental.

El hecho de que los judíos viviesen concentrados en shtetls dentro de la Zona de Asentamiento les ayudó a mantener su cultura y sus tradiciones, pero también los convirtió en blanco fácil para los pogroms, que en ruso significa devastaciones. Eran episodios de violencia y masacre contra los judíos, a menudo con el consentimiento e incluso el apoyo de la policía y el ejército zaristas. Por esta razón muchos judíos en aquella época emigraron a los Estados Unidos o a Israel.

Lekenik o "Anatevka" hoy en día
Lekenik nunca ha sido un shtetl, se trata de un típico pueblo croata, de unos 2.000 habitantes, aunque su término municipal supera los 6.000. Se encuentra a 37 kilómetros al sur de Zagreb, la capital de Croacia. Lekenik se caracteriza por albergar la aldea infantil SOS más grande del país. Los habitantes de Lekenik son conscientes de que su pueblo fue la sede de filmación de una de las películas más conocidas mundialmente. Se sienten orgullosos de que la película termine con un crédito en que se menciona Lekenik y se da las gracias a su habitantes.

A veces llegan a Lekenik, o a "Anatevka", grupos de visitantes extranjeros que desean ver el lugar donde se filmó El Violinista en el tejado. Aunque los decorados ya no están, les gusta fotografiarse delante de algunas casas de madera que aún subsisten allí, parecidas a las de la Anatevka de la película, o recorrer la calle Turopolje lekeničkoj, principal ubicación del rodaje. Los niños de la aldea SOS representaron en el 2012 la obra musical El violinista en el tejado, para honrar el 40 aniversario de la famosa película que se filmó en su pueblo.
Algunas escenas de la película se rodaron también en otro pueblo croata llamado Mala Gorica, a 17 kilómetros al oeste de Zagreb, y otras en la propia Zagreb.

Para finalizar, aquí podéis ver el vídeo de la canción Anatevka de la película El violinista en el tejado. Tras un pogrom no muy severo, porque el alguacil les tiene aprecio, los habitantes judíos de Anatevka han sido informados de que se les conceden tres días para recoger sus cosas. Pasados los tres días deberán abandonar Rusia. Aunque los habitantes intentan autoconvencerse de que no importa, la canción es un sentido lamento por tener que dejar su pequeña y querida Anatevka.
Muy bonita historia del pueblo donde se rodó El violinista en el tejado, una de las mejores películas que he visto. Saludos.
Interesante información sobre el pueblo de esta película que a mí siempre me pareció muy triste. Un saludo
Perfumada gracias por comentar, a mí también me gusta mucho esa película y todo lo referente a ella. Un saludo.
Pilarp, sí que es triste porque se basa en la realidad del momento y las cosas eran así, pero también tiene algunos puntos de humor, y la música es muy buena. Gracias por comentar, saludos.
Muy curioso. No sabía los datos que aportas sobre la verdadera historia. Muy buen artículo.
preciosa la peli, y el goo
Dochanlu sobre violinista en el tejado. Goo muy ilustrativo.
Muy buena información y muy interesante. Con la fama que tiene la película y esto es desconocido. Un saludo, Ferval.
Lihi, Leo62nor, Dochanlu y Ainhoanr, me alegro de que os guste la peli y el goo, muchas gracias por los comentarios, saludos.
Datos que no conocía y que me han resultado muy interesantes de esta obra maestra del cine, que refleja la triste vida de los judíos y la resignación que en tono de humor, a veces, refleja magistralmente Tevye, encarnado por Topol, de voz maravillosa. Banda sonora excepcional.
Gracias por tu comentario, Pepe. Estoy de acuerdo con todas y cada una de tus palabras. Un saludo.
excelente, grandiosa. y ademas nos enseña costumbres judias muy bonitas. solo les puedo decir que yo la veo por lo menos una vez cada mes. tiene grandes mensajes espirituales y como un hombre sencillo sabe ser un hombre grandioso. gracias por la informacion que nos das asi se aprecia mejor la pelicula. (de hecho la estoy disfrutando en este momento)
Jorge, gracias por tu atención y tu comentario, estoy de acuerdo con lo que dices, yo también veo esta película varias veces al año, para mí es una obra maestra en todos los aspectos. Un saludo.
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