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Una psicóloga de la Fundación La Salle, a quien se trajo como invitada especial a un taller, nos proponía incluir a los padres y representantes en las jornadas de promoción de la lectura. Éstos, de acuerdo a la experiencia vivida por ella en su institución, tenían un potencial inagotable en las actividades de ese tipo. Para convencernos, nos trajo a dos de sus más fervientes colaboradores: un par de amas de casa entregadas de lleno a la promoción de la lectura en sus hijos y compañeritos de colegio. Aquella tarde descubrí que no sólo los especialistas están en la capacidad de promocionar el placer de leer. Ahora bien ¿Opinarán lo mismo quienes han pasado años especializándose en esa área? La repuesta no es nada sencilla, pues, no puede quitársele mérito a quién se lo merece. No obstante, el planteamiento de la psicóloga nos obliga a reflexionar sobre la importancia de asumir que la promoción de la lectura no puede limitarse a los ámbitos escolares y mucho menos a única y exclusivamente al maestro y/o especialista en ese campo. Aunque han sido formados para ello y su objeto es conseguir cada vez más lectores autónomos, el resto de los mortales no quedan excluidos de hacer tan loable labor. De hecho, quienes resultan idóneos (aún sin tener una preparación formal) son todos aquellos que creen de modo ferviente en la lectura como medio de placer (y eso sin duda lo puede sentir cualquiera). En todo caso lo más importante es la entrega y pasión con que se hagan las cosas. Aquellas amas de casa hicieron –para nuestro deleite- dos actividades de promoción que cautivaron a toda su audiencia (No puedo ni imaginarme el éxito de la misma en niños!) Habían adquirido, con la práctica, unas destrezas para hacer de la entonación y las pausas, elementos fundamentales para “enganchar” a los futuros lectores autónomos, que sin duda, eran el perfecto ejemplo de cómo cuando se quiere se puede, pues, no es nada fácil enfrentarse a un público tan exigente como el infantil, mucho menos cuando no se ha recibido la mínima formación. La cuestión sería ¿Qué se necesita para ser un buen promotor de lectura?...Buena pregunta para quienes cobran una fortuna por ir a animar la lectura y no mueven un pie para despertar el gusto por leer en los demás si no hay plata de por medio.