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Las personas nos vemos influenciados por el romanticismo y terminamos creyendo que el amor es una de las razones por las que se forma una pareja. Pero hay muchos más factores que se deben cuidar para que una relación salga adelante.

El amor es el sentimiento más bonito que podemos sentir las personas. Y en torno a él existen muchos mitos urbanos que están presentes en la realidad diaria, por lo que a veces cuesta creer que es real y que no lo es.

La mujer desde siempre, ha sido considerada como la soñadora que siempre está en espera del príncipe azul, mientras que de los hombres siempre se ha creído que no están capacitados para amar, o por lo menos de lo que más se duda es de que puedan amar solo a una mujer, por lo que se cree que pasan por la vida sin tener la suficiente inteligencia para entender los sentimientos.

No es malo que los mitos existan, sino que se suele generalizar y dar a entender que es la forma de vida que se debe seguir.

El esfuerzo de amar

El acto de amar requiere un esfuerzo y por lo tanto hay que ser lo suficientemente inteligente como para saber invertir bien el tiempo, la enegía, y la inteligencia, también es importante saber establecer las prioridades.

El tiempo es necesario, porque es imposible conocer de un día para otro a una persona y porque se necesita un espacio para llegar a comprender si se es compatible con la otra persona, ya que esta tiene una forma de ser diferente y también ha vivido experiencias distintas.

Se requiere un gasto de energía, hay que invertir esfuerzo y saber comprometerse de forma emocional con el fin de saber si realmente se puede llegar a formar un proyecto de vida junto a la otra persona por la que se siente el interés.

Utilizar la inteligencia, ya que normalmente se suele apartar y se necesita para analizar si realmente nos encontramos junto a la persona con la que queremos compartir nuestra vida.

Saber establecer bien las prioridades, puesto que cuando estamos decididos a amar, el resto de aspectos pasan a ocupar un lugar secundario, y así seremos más conscientes de sí estamos ante la persona adecuada.

Todas las personas nos enamoramos de otro ser humano, no de alguien que pueda parecer una estatua, es imposible enamorarse de alguien que no tiene sentimientos al igual que nosotros y quien piensa así está condenado a fracasar.

Tampoco se puede obligar al otro a amar. El amor es un sentimiento que se ejerce de forma libre y para que este salga adelante tiene que ser de manera reciproca.

Hay veces que amar no es suficiente, ya que se requiere un esfuerzo de inteligencia si no se quiere traspasar el límite que existe entre la obsesión y lo que consideramos como amor real.