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La organización de unos Juegos Olímpicos, es una de las aventuras más apasionantes que pueden emprender una ciudad y sus habitantes, y es esta la tarea que desde este sábado tiene la capital de Tokyo, a la que el COI ha concedido la edición de los juegos olímpicos del 2.020 tras descartar las opciones alternativas de Madrid y Estambul.

Tokyo puede y de eso ya nos tiene acostumbrados por que esta será la segunda vez que los Juegos se organicen en la capital japonesa, que también fue sede de la edición de 1964.

Japón ha acogido asimismo en dos ocasiones los Juegos de Invierno, que fueron en Saporo en 1.972 y en Nagano en 1.998.

Tokio ya fue candidata a los Juegos de 2016, cuando resultó eliminada en segunda ronda.

Japón no se anda con chiquitas ni mediocridades, ya que el gobierno japonés anunció el pasado martes una inversión de fondos públicos por valor de 358 millones de euros para solventar las fugas de agua contaminada.

Tokyo es la ciudad más poblada del mundo, con sus más de 34 millones de habitantes, y tendrá que gastar unos 4.380 millones de dólares en las infraestructuras, ya que tendrá que construir el 60% de las instalaciones, pero ya dispone para ello de un fondo de reserva de 4.500 millones y el nuevo estadio olímpico, que se levantaría sobre el de los Juegos de 1.964, costará 1.000 millones, y la Villa Olímpica, en la isla artificial de Harumi, más de 800.