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Vampiro marino que se alimenta de la sangre de otros peces, es una especie que no ha evolucionado y que se cree que tiene más de 500 años de antigüedad. Desde enero hasta marzo está en plena temporada alta en la cornisa atlántico-cantábrica donde es el último reducto donde aún permanece ya que en Aragón, Cataluña, Andalucía, etc, ya ha desaparecido. La lamprea carece de escamas y su piel es lisa y escurridiza como una serpiente, puede alcanzar un metro de longitud,

Su vida consta de dos fases, nace en los ríos y se baja al mar donde permanece hasta que alcanza la edad adulta que es cuando regresa al río que es donde se reproduce para morir después. En esta última etapa es cuando en Galicia se pesca con un tradicional sistema que se conserva desde la antigüedad. La lamprea es anádromo como el salmón que vive en el mar y se reproduce en el río y carece de mandíbula pero tiene una boca redonda llena de puntiagudos dientes que le sirven para fijarse en los peces y succionar su sangre.

Cuando es una larva carece de dientes y se alimenta de microorganismos en el mar, al crecer sufre una metamorfosis donde le crecen agudos dientes y una lengua muy áspera que le permite pegarse a los peces y alimentarse con su sangre hasta que se sacia o hasta que llega a matarlos. En algunos países del norte de Europa odian a las lampreas ya que producen muchas muertes en los salmones.

Se dice que cuando la lamprea esta cocinada no se sabe si es carne o pescado y mientras unos no quieren ni verla otros opinan que es una delicia su carne. Son muchos los platos que tanto en Galicia como en el norte de Portugal se preparan con lamprea y los restaurantes en esta época ls tienen en su carta. Las opiniones son muy contradictorias, mientras unos los rechazan enérgicamente a otros les apasiona degustarlos.