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Vestimenta tradicional que utilizan los toreros en las corridas de toros, le suelen llamar "traje de luces" por los reflejos que despiden las lentejuelas  y los adornos y bordados de color plata y oro. Se cree que tiene su origen (con ciertas variantes) en los trajes de los "majos" del siglo XVIII que luego se fueron adoptando como vestimenta de los que practicaban el ritual taurino. La figura del "majo" era de un conquistador y viril personaje de los barrios típicos de Madrid y que vestía de forma llamativa (ahora llamada goyesca) y que alardeaba de sus conquistas, amante de bravuconadas y peleas.

Más tarde esta vestimenta se fue adaptando a las suertes del toreo añadiendo bordados de colores y alamares. En el siglo XVII el toreo no se consideraba una profesión y los matadores de toros salían a torear con su ropa normal. En el siglo XVIII ya aparecen en algunos dibujos con una especie de chaleco de ante, calzón y mangas acolchadas. Más tarde ya se cambió el ante por seda  y se fue adaptando el traje de "majo" que ha llegado hasta nuestros días. 

Estos trajes se pueden ver cada año en la plaza de toros de Ronda donde se celebran las tradicionales corridas goyescas. Los sastres que confeccionan los actuales trajes de toreros los confeccionan totalmente a mano así como los bordados que en cada traje son únicos y diferentes por lo que le da mucho valor a cada prenda por las mucha horas de trabajo que se emplean en ellas. Los motivos bordados son siempre diferentes, muchas veces a petición y capricho de los mismos toreros.