GEMELAS POLLOCK, UN CASO MISTERIOSO
Las gemelas Gillian y Jennifer Pollock nacieron en 1958 y su infancia supuso para todos un auténtico misterio. John y Florencia Pollock, padres de las niñas, se habían casado en 1942 y vivían en una localidad inglesa llamada Hexham. El matrimonio Pollock había tenido dos hijas antes de las gemelas. Se llamaban Joanna y Jacqueline. Pero ambas fallecieron atropelladas por un coche en un día aciago cuando se dirigían a una reunión de niños en la iglesia local. Tan sólo tenían 11 y 6 años respectivamente. Fue un golpe muy duro para John y Florencia Pollock. John no hacía más que rezarle a Dios para que sus hijas volvieran a nacer.
Y cuando apenas habían pasado ocho meses desde el terrible accidente, Florencia Pollock se quedó embarazada. John pensó que Dios le había escuchado y que sus pequeñas iban a volver a nacer. Se le metió en la cabeza que su esposa daría a luz gemelas, que serían la reencarnación de Joanna y Jacqueline. Pero el médico desmitió que hubiese dos fetos, afirmando que sólo se oían los latidos de un corazón. En los años 50 todavía no había los medios que hay ahora para conocer cómo se iba desarrollando un embarazo.
El médico se equivocó. Florencia Pollock dio a luz gemelas, tal como presagiaba John. Las llamaron Gillian y Jennifer. Hasta aquí todo parece una casualidad de las que hay cientos de miles en esta vida. Sin embargo las gemelas Gillian y Jennifer llegaron al mundo rodeadas de misterios. Las niñas eran gemelas monocigóticas, por lo tanto deberían ser idénticas. Sin embargo Jennifer, la menor de las gemelas, nació con la misma marca de nacimiento en la cadera con la que también había nacido una de las hermanas mayores fallecidas, Jacqueline. Y lo que es más extraño, también tenía una marca sobre la ceja derecha...idéntica a la marca que también tenía Jacqueline sobre la ceja. Pero esa marca que tenía Jacqueline no era de nacimiento. Correspondía a una cicatriz, resultado de una caída cuando tenía tres años. Todo esto desconcertó mucho a los médicos.
Cuando las gemelas tenían nueve meses de edad, la familia se trasladó a otra ciudad, Whitley Bay. Sólo cuando las gemelas tuvieron tres años, los Pollock volvieron una vez a Hexham de visita. Y entonces John y Florencia se sorprendieron porque las gemelas conocían la casa donde habían vivido hasta los nueve meses. Sabían también dónde estaba el colegio y conocían esa zona muy bien. Incluso describieron el parque donde querían ir a jugar, que era el parque al que llevaban a jugar a sus hermanas mayores. Además, llamaban por sus nombres a algunas personas del pueblo sin que nadie les hubiese dicho esos nombres antes.
A medida que las gemelas crecían se iban produciendo más coincidencias y hechos extraños. Cuando las gemelas tenían cuatro años, sus padres les dieron unas muñecas que habían pertenecido a sus hermanas mayores. Las gemelas instantáneamente llamaron a las muñecas Mary y Susan...exactamente los mismos nombres que les habían puesto sus hermanas. A los cinco años, las gemelas relataron a sus padres con todo lujo de detalles un atropello, y se correspondía exactamente con aquél en el que sus hermanas mayores perdieron la vida. Cuando las gemelas empezaron a escribir, la forma en que Gillian cogía el lápiz era idéntico a la manera peculiar de escribir de su hermana fallecida Joanna. Según los padres, hasta que las gemelas tuvieron 13 años, nunca les habían dicho que habían tenido dos hermanas mayores que fallecieron atropelladas antes de nacer ellas.
El padre de las gemelas Pollock, convencido de la idea de reencarnación
John Pollock, el padre de las cuatro niñas, fue defensor de la teoría de la reencarnación hasta su muerte en 1985. A pesar de ser católico, religión que rechaza la idea de la reencarnación, John Pollock siempre estuvo convencido de que sus dos hijas menores, las gemelas, eran reencarnaciones de las dos mayores que fallecieron atropelladas.
Un sorprendente relato con mucho misterio. Mis felicitaciones. Saludos.
Sorprendente historia....mis felicitaciones.
Misterios tiene la vida....Buen goo, aunque asusta un poco. Un saludo
Este misterio bien se merece una película, es muy interesante y además hay muchos datos que no es lo habitual. En fondo, creo en la reencarnación. Excelente artículo, cada día te superas. Saludos, ferval.
Gracias a las cuatro por los comentarios. Ainhoar, yo cuando supe de este caso también pensé que deberían hacer una película. Yo no creo que las gemelas fuesen las otras dos niñas reencarnadas, pero sí que creo que hay algo que las une. De esas cosas que aún no están bien investigadas y que quizás no lo lleguen a estar nunca porque pertenecen a una dimensión donde nuestro cerebro no puede llegar. Gracias, saludos.
ooooooooooo muy interesante goo muy bueno
Sorprendente historia mi hermana se llama Yackelin y mi nombre es Johana somos de Caracas Venezuela
Gracias por los comentarios, Leo62nor y Johana. Y qué casualidad que tu hermana y tú tengáis los mismos nombres que las hermanas mayores, Johana. Un cordial saludo.
si el era creyente entonces no habra sido mas que un evento de puras coinsidencias ademas como sabemos sie ne verdad las niñas tenian cierto conocimiento o solo sus padres decian ellas lo tenian
Moni, en efecto, no tenemos pruebas de nada. La gente que conoció a los padres sí que les dan credibilidad, piensan que uno se puede fiar de lo que digan. Nosotros podemos creerlo o no, depende de cada persona. Gracias por tu atención, un saludo.
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