El mundo se re acomoda, algo viene.
Dicen que es el fin de todo, que es el inicio de algo nuevo.
Lo que no se sabe es si seguiremos aquí o seremos borrados de un plumazo, o mejor dicho, de un meteorazo.
Quizá no pase nada, o sólo pase algo, lo suficiente para hacernos reflexionar sobre lo verdaderamente importante en nuestras vidas: AMAR.
Para algunos puede ser fácil, para otros suele ser muy difícil, no les ha ido también en ese tema, creo que casi a nadie, pero de que hay buenos momentos los hay.
Creo que hemos aprendido tarde a amar, a respetar y agradacer por lo que somos y podemos ser.
Muy pocos han aprendido el secreto de la felicidad, de dar, de perdonar, de ser agradecidos y honestos. Los valores han pasado a... ¿mejor vida?
Los valores, he ahí el detalle. Los hemos ignorado constantemente, nos hemos sumido en una vorágine destructiva y muy poco aliciente.
No es el fin del mundo, es el fin de una humanidad que no aprendió a vivir, que no apreció lo que le fue dado, que no agradeció lo que ha recibido en abundancia.
No hay nada que temer y sí mi mucho por hacer antes de que otra cosas suceda, consigue tu perdón.
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