El Conocimiento instruye la Sabiduría transforma
El conocimiento te instruye, la sabiduría te transforma. Escribe el psicólogo Walter Riso en su libro “Pensar bien, sentirse bien”. Si por sabiduría se entiende un conocimiento más avanzado; entonces se trata de cómo aprender a vivir mejor, estando en armonía contigo mismo y con los demás. Mirándolo desde esta perspectiva, el conocimiento viene a ser la teoría almacenada y, las experiencias vividas son; la sabiduría que verdaderamente nos enseña.
Puede llegar el momento en que seamos una gran biblioteca andante o tal vez una enorme enciclopedia parlante, pero; si todo ese gran conocimiento no nos conduce a gozar de una vida pletórica de satisfacciones, cargamos sobre los hombros una carga inútil.
Ser un depósito de información docta puede inflar nuestro ego a alturas estratosféricas, sin embargo; si de bienestar se trata, solo desde la sabiduría podemos trasformar las experiencias y el conocimiento como, una herramienta útil. Para crecer en lo personal no es suficiente con saber, hay que observar una aptitud abierta al cambio, aprender de la vida, del día a día y no perder nuestra capacidad de asombro, es; como si fuera nuestra primera vez en el mundo. Ser proclives a una curiosidad expectante, abierta, sin dejarse atrapar por creer la necedad de saberlo todo.
Es necesario pensar
Es necesario pensar, en la inutilidad del conocimiento si este no tiene una aplicación práctica. Pero verdaderamente, instruirse no es perder el tiempo, lo importante es no confundir la necesidad de adquirir conocimientos y acumularlos así, de manera simple, con la posibilidad de ser felices, tal cual somos, con lo que sabemos en el ahora. Podemos desde aquí vivir de una manera equilibrada con nuestras ventajas y limitaciones. Aprendiendo para seguir creciendo y, no por la pretensión necia de saber más.
Es imperativo pensar y tomar conciencia, de la imposibilidad de saberlo todo, es una carrera donde no hay gane, estéril. Estar actualizado es un requerimiento básico, no podemos detenernos pero; recuerda, hay que vivir sabiamente, es una necesidad espiritual. Entendamos, que ante la imposibilidad de saberlo todo, es mejor darse la oportunidad de estar tranquilos, satisfechos, y sencillos en el mundo real. Existe la necesidad de una dosis de conocimiento aplicado al arte del buen vivir.
La verdadera sabiduría está en disfrutar de las pequeñas cosas y conformarse con lo que se tiene. Un saludo.
Buenas reflexiones. Un saludo.
El saber no ocupa lugar. Un saludo.